Es tarde.
Tirado ya en la cama pienso:
¿Por qué por hacer feliz y agradar a los más cercanos soy capaz de hacer o dejar de hacer cualquier cosa?
Creí que había aprendido a pensar un pelín más en mí mismo, pero no, CRASH, me vuelvo a caer, se vuelve a romper un cristal a mi paso.
Mensaje, lo leo, lo vuelvo a leer...¿qué me pasa?
Mis ojos muy cansados van cerrando un campo lleno de confusiones, una vida descolocada y dejan paso a cualquier sueño, o quizás, pesadilla.
Safety pins, holding up the things era el principio de mi culmen del día.
«Qué tranquilo es el sueño de los imbéciles ».
Buenos Días.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
cómo se echa de menos JODER!
ResponderEliminarHacer feliz a los demás es hacerte feliz a ti. Esto suena a libro barato de paz mundial, pero es verdad. Por lo menos en mi caso. (:
ResponderEliminarestás hecho un bohemio cousin
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=1e0u11rgd9Q